Betnovate

¿Qué es la Betametasona (Betnovate)?

La Betametasona (Betnovate) es un glucocorticoide sintético, el más activo de los esteroides antiinflamatorios. Se utiliza por vía tópica como antiinflamatorio y se administra por vía oral como terapia de sustitución para la insuficiencia suprarrenal. Alivia la inflamación en diversas afecciones, trastornos dermatológicos, enfermedades gastrointestinales y trastornos hematológicos.

Indicaciones y contraindicaciones

La betametasona está indicada principalmente para el tratamiento de diversas afecciones inflamatorias, alergia, asma, reacciones de sensibilidad de contacto, reacciones a picaduras de insectos. La betametasona está indicada para aliviar los síntomas pruriginosos e inflamatorios de las dermatosis que responden a los corticosteroides. La betametasona puede utilizarse por vía tópica en combinación con un análogo de la vitamina D como el calcipotrieno para tratar la psoriasis en placas y otras enfermedades de la piel.
La betametasona está contraindicada en afecciones como las infecciones por herpes simple, el acné vulgar, la dermatitis perioral, la hipersensibilidad, la erupción de la servilleta y las lesiones cutáneas.

Dosificación

La dosis para adultos es de 0,05 a 0,1% con una frecuencia de ocho horas y por vía tópica. Y la dosis oral es de 0,5 a cinco miligramos con frecuencia es de 20 horas y la vía es oral.

Este medicamento sólo debe utilizarse para las afecciones de la piel prescritas por su médico. Consulte a su médico antes de utilizarlo para otras afecciones, especialmente si sospecha de una infección. Este medicamento no debe utilizarse para tratar ciertos tipos de infecciones o afecciones de la piel, como las quemaduras graves.

Efectos secundarios

Los efectos adversos graves o irreversibles de la betametasona, que dan lugar a otras complicaciones, incluyen atrofia, fragilidad de la piel, angioedema, dermatitis perioral. La betametasona produce efectos potencialmente mortales que incluyen el síndrome de Cushing, la diabetes, la hipertensión, la supresión del crecimiento, que son responsables de la interrupción del tratamiento con betametasona.
Las reacciones adversas sintomáticas producidas por la betametasona son más o menos tolerables. Y si se vuelven graves, pueden tratarse sintomáticamente. Entre ellas se encuentran el vértigo, la cefalea, la diarrea, la fiebre, la ansiedad, el estreñimiento, el dolor abdominal, la sudoración, el eritema, la hipotensión, la artralgia, el acné, las reacciones de hipersensibilidad, la irregularidad menstrual, la catarata, la hipertricosis, la pigmentación, la dilatación de los vasos sanguíneos superficiales, la hipopigmentación local, el adelgazamiento de los vasos sanguíneos superficiales, la úlcera péptica, el adelgazamiento de la piel, la atrofia subcutánea y los cambios oculares.

Advertencias

La betametasona debe utilizarse con precaución en pacientes con infección tuberculosa activa de las vías respiratorias o en infecciones fúngicas, bacterianas o virales sistémicas no tratadas. Los corticosteroides sólo deben utilizarse por vía sistémica con gran precaución en presencia de insuficiencia cardíaca congestiva, infarto de miocardio reciente, hipertensión, diabetes mellitus, epilepsia, glaucoma, hipotiroidismo, insuficiencia hepática, osteoporosis, úlcera péptica o insuficiencia renal.
Los niños pueden tener un mayor riesgo de sufrir algunos efectos adversos.

Se recomienda la inmunización pasiva a los pacientes no inmunes que entren en contacto con la varicela o el sarampión. La vacuna viva no debe administrarse a pacientes que reciban un tratamiento con corticosteroides sistémicos a altas dosis, ni durante al menos tres meses después.

Durante el tratamiento prolongado con corticosteroides, los pacientes deben ser examinados regularmente. Debe evitarse el tratamiento prolongado, especialmente en bebés y niños, ya que puede producirse una supresión suprarrenal.