Fluoxetine

¿Qué es la fluoxetina?

La fluoxetina forma parte de un grupo de fármacos llamados ISRS, inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, que desempeñan un papel en el tratamiento de varios problemas de salud mental. Pueden utilizarse para tratar la depresión, el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y la bulimia nerviosa, que es un trastorno alimentario. En niños mayores de ocho años, también puede utilizarse para tratar una depresión grave, lo que siempre se hace en combinación con la psicoterapia.

¿Cómo debe utilizar la fluoxetina?

Si desea utilizar las cápsulas, asegúrese de tragarlas enteras con medio vaso de agua. No las rompa ni las mastique, ya que esto puede disminuir su eficacia. Si desea utilizar los comprimidos disolventes, deje que el comprimido se desintegre en el agua, remueva el agua y bébala. Después, enjuague el vaso con agua y beba también esa agua. Entonces se aconseja tomar la fluoxetina por la noche si está experimentando sus efectos aturdidores. Sin embargo, si está causando un efecto de agitación, entonces debe tomarla por la mañana.
Además, si no experimenta ninguna mejora en sus síntomas en un plazo de seis a doce semanas después de empezar a tomar fluoxetina, probablemente no sea eficaz para usted. Sin embargo, si experimenta una mejora de sus síntomas, su médico probablemente le aconsejará que la utilice durante seis meses y hasta varios años.

Dosis correctas para utilizar la fluoxetina

La dosis específica difiere mucho en función de la indicación específica de uso, los síntomas que pueda experimentar, los efectos secundarios que sufra y sus niveles de fluoxetina en sangre. Utilice siempre la cantidad y la frecuencia que le haya prescrito su médico. Sin embargo, la dosis inicial habitual que prescribe el médico será de 20 miligramos al día para un adulto. Si es necesario, se puede aumentar gradualmente hasta 60 miligramos al día. Para los niños mayores de ocho años, la dosis inicial habitual es de 10 miligramos al día que, de nuevo, puede aumentarse hasta 20 miligramos una vez al día si es necesario.

Algunos efectos secundarios de la fluoxetina

Muy comúnmente, puede causar náuseas, diarrea, insomnio y fatiga. A menudo provoca una disminución del apetito, ansiedad, disminución de la libido, trastornos del sueño, mareos, somnolencia, bostezos, vómitos, disfunción eréctil y pérdida de peso. Y, de forma poco frecuente, puede causar un comportamiento suicida, cambios de humor, orgasmos anormales, deterioro de la memoria, una presión arterial baja, hemorragias gastrointestinales, contracciones musculares y cambios en los valores sanguíneos.

Teniendo en cuenta la seguridad

Tenga cuidado al combinar la fluoxetina con el alcohol, ya que podría aumentar su efecto aturdidor. Además, también puede ser peligroso conducir mientras se utiliza este medicamento, ya que puede provocar somnolencia, sueño y/o mareos. Si experimenta alguno de estos efectos secundarios, no conduzca.
Además, la fluoxetina puede interactuar con otros medicamentos que esté tomando. Por lo tanto, consulte siempre a su médico.
Por último, terminamos echando un vistazo a la seguridad de la fluoxetina durante el embarazo o la lactancia, y lamentablemente, la fluoxetina puede ser peligrosa en ambos casos. Sin embargo, hay algunas excepciones. Por lo tanto, siempre hay que hablar de ello con el médico que la prescribe.